El Audi Q8 creo que es uno de los SUV con mejor dinámica del mercado. Pese a su generosa envergadura sorprende con un paso por curva ágil y preciso, sobre todo si equipamos el eje trasero direccional. Además, cuenta con una gama de motores extensa dispuesta a cubrir las necesidades de cualquier tipo de cliente, donde destaca una opción híbrida enchufable.
El nivel de acabados es muy alto pero, como ocurre con otros modelos de la marca, los extras requieren de un alto pago. Son pocos los plásticos duros que encontramos en el interior, así como los malos ajustes, que escasean por no decir que no existen. Como punto negativo, nos encontramos con dos pantallas táctiles para el sistema de infoentretenimineto y para la climatización que, pese a tener respuesta ápitca, implican cierta distracción para operar con ellas.
Pese a su buen hacer como SUV grande premium, el principal problema del Audi Q8 radica en su hermano de gama, el Audi Q7. Y es que además de no encontrar casi diferencias dinámicas entre ambos, este último presume de una mayor habitabilidad y de la posibilidad de equipar siete plazas, un punto a tener en cuenta si realmente las necesitamos pese a que estén ideadas para niños o para personas de baja estatura.
Javier López
4,1
Lujo, tecnología y excelente dinámica en formato SUV