Hablar del BMW Serie 5 es hacerlo de una veterana berlina que, con la experiencia atesorada en su segmento, sabe lo que hace y cómo lo hace. No en vano su receta no ha variado con el paso del tiempo aunque sí ha mejorado: mantiene esa notable calidad de construcción combinada con un buen tacto de conducción mientras que la guinda del pastel la pone sus asistentes y su amplio despliegue tecnológico.
Puede gustar más o menos, pero el BMW Serie 5 se mantiene fiel a su imagen elegante y sobria que intenta relajar con detalles de tintes más prestacionales. A su favor tiene su disponibilidad en dos carrocerías (un sedán de tres cuerpos y el familiar conocido como BMW Serie 5 Touring) sin olvidarnos del prestacional BMW M5 pensado para aquellos que necesitan emociones más fuertes.
A favor del BMW Serie 5 están sus múltiples opciones de personalización, un interior tan amplio como cómodo y una gama mecánica que ha sabido adaptarse a los tiempos que corren. Todos los motores están disponibles con algún tipo de hibridación: desde los que incorporan la tecnología microhíbrida de 48 voltios hasta las versiones hibridas enchufables. Y tampoco podemos olvidar ese nivel tecnológico al que hacíamos referencia antes y que ofrece conducción semiautónoma.
Elena Sanz
4,0
Calidad y tecnología a la última para la berlina media alemana
Empaque, tecnología de vanguardia, comportamiento, gama de motores, seguridad y asistencias a la conducción