El Citroën C5 X es un vehículo de diseño peculiar a medio camino entre un todocamino, un familiar y una berlina clásica. Es una solución que tratará de atraer clientes de diferentes nichos aunque el resultado puede no gustar a muchos. Sus generosas dimensiones tampoco ayudarán a mejorar las ventas.
Producido en China para todo el mundo, el Citroën C5 X tiene una cuidada presentación interior que destaca por incluir mandos físicos para la climatización y generosas pantallas de buena calidad, una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia que tiene lo último en conectividad.
El espacio habitable en el Citroën C5 X debería ser uno de los principales reclamos, con unas plazas traseras muy generosas en todas las cotas, y un maletero enorme que arranca en los 545 litros en las versiones convencionales, y en los 485 litros si se trata de las versiones hibridas.
La tecnología híbrida enchufable precisamente toma un elevado protagonismo en el Citroën C5 X al ser la opción más "eficiente" ahora que ya no se ofrece ninguna alternativa diésel. En gasolina sí se puede disfrutar de un motor con 180 CV o bien una mecánica de acceso con solo 1,2 litros y 130 CV que debería ser muy justa para mover con soltura un vehículo de este tamaño.