Opinión de nuestro experto sobre el Renault Arkana
Hablar del Renault Arkana es hacerlo de un SUV coupé que, gracias a sus marcadas líneas, nos transmite sensación de deportividad. Sus tres motores tienen una notable ventaja: todos ellos con algún tipo de hibridación, lo que les permite obtener la etiqueta ECO de la DGT. Esto es una ventaja ya que permite acceder a las zonas restringidas de las ciudades.
A pesar de esa apariencia, este trío de motorizaciones tienen un comportamiento agradable aunque no le otorgan ningún carácter deportivo: va bien, pero no es un coche concebido para divertirse al volante en carreteras complicadas. En este sentido tiene un enfoque más familiar.
La dirección es precisa, pero, quizás, muy blanda y sin comunicación alguna. Las suspensiones, por su parte, han sido diseñadas para ofrecer un tarado tirando a firme: sobre todo en lo referente a amortiguación. Esto se convierte en un arma de doble filo: por un lado el Renault Arkana no balancea nada y tiene un límite de adherencia bastante alto con un buen paso por curva, pero, por otro, condiciona la comodidad.
Teniendo en cuenta esto, hay que hablar del interior del Renault Arkana que es, casi, un calco del que encontramos en el Renault Captur: el fabricante francés emplea materiales de calidad así como elementos decorativos agradables a la vista y al tacto para lograr un buen aspecto. El espacio es más que suficiente, también en los asientos de la fila trasera aunque estos serán víctimas de la moda coupé ya que la caída del techo perjudica la habitabilidad posterior.
Elena Sanz
3,5
El primer SUV coupé de Renault, con base de Captur