El Suzuki Ignis me ha parecido uno de los coches urbanos más interesantes del mercado a pesar de ser, también, uno de los productos menos conocidos. No es barato. De hecho es caro para su tamaño. Pero me gusta que ofrezca una estética con muchísima personalidad y un motor microhíbrido que permite disponer de etiqueta ECO en toda la gama.
Me gusta mucho su peculiar estética con la que, a pesar de gozar de rasgos de crossover, sigue siendo un turismo pequeño y modesto.
Pero lo que más me gusta del Suzuki Ignis, sin duda, es la eficiencia de su motor de 83 CV, poco potente, pensado únicamente para la ciudad, pero capaz de hacer consumos reales propios de un diésel, e incluso más bajos. Me gusta mucho que disponga de un sistema microhíbrido y, por lo tanto, de etiqueta ECO. Pero aún más que la presencia de ese sistema microhíbrido se traduzca en unos consumos ínfimos reales, que hacer consumos en el entorno de los 5 litros/100 kilómetros no solo se aprecie en la ficha técnica, sino también en la vida real.
El Suzuki Ignis no dispone de más motores que un 1.2 de 83 CV de potencia. Pero sí me gusta que disponga de la posibilidad de configurarlo con cambio manual y tracción total, con cambio automático y tracción delantera y con cambio automático y tracción total, unas combinaciones de transmisión y caja de cambios que a día de hoy hacen que sea un coche urbano único en su categoría.